Tras más de 50 años, la Refinería de Salta dejará de procesar petróleo

Refinor decidió cesar las operaciones de refinación en Campo Durán pero asegura la continuidad de su red de Estaciones de Servicio

NacionalesHoyPablo Lozada MorenoPablo Lozada Moreno
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Refinor, una de las principales compañías energéticas del norte argentino, anunció una decisión que marcará un antes y un después en su modelo de negocios: dejará de refinar petróleo crudo en su complejo de Campo Durán, en la provincia de Salta, para enfocarse en una nueva etapa orientada a fortalecer su posicionamiento dentro del cambiante escenario de la matriz energética nacional.

La medida responde a la necesidad de adaptarse a los desafíos actuales del mercado y a la caída sostenida de la producción en la cuenca del Noroeste Argentino, una de las principales fuentes de abastecimiento de la planta. Esta reconversión, aseguran desde la empresa, no significa un retiro del negocio energético, sino un reordenamiento estratégico que apunta a garantizar la sustentabilidad futura de la operación.

“Estamos convencidos de que esta reconversión renueva nuestro compromiso en la región”, expresaron a través de un comunicado interno, que destaca además que la decisión fue tomada con responsabilidad y con una mirada puesta en el largo plazo.

No obstante, Refinor ratificó que continuará operando su red de Estaciones de Servicio —una de las más importantes del norte del país— y que seguirá abasteciendo normalmente a sus clientes. “Vamos a seguir con la venta de combustibles, vamos a seguir con nuestra red de centros de servicios”, remarcaron desde la compañía. Esta afirmación es clave para los operadores que forman parte de la cadena de comercialización de la marca, quienes estaban atentos a las implicancias que podía tener la determinación sobre la disponibilidad de producto y la continuidad del negocio.

Desde hace ya un tiempo, Refinor venía complementando el escaso volumen que producía la planta de Campo Durán con combustibles adquiridos a terceros proveedores del mercado local. En ese sentido, el cierre de la refinería no representa una ruptura abrupta con el modelo actual, sino una formalización de una transición que la empresa ya había comenzado a recorrer.

De hecho, en los últimos años, el complejo de refinación había perdido relevancia frente a los nuevos parámetros del mercado, y su operación se había vuelto cada vez más costosa y limitada debido a la merma de petróleo crudo proveniente del NOA. La imposibilidad de mantener un flujo estable y competitivo de materia prima terminó por forzar una revisión profunda de la estrategia productiva.

Para los operadores de Estaciones de Servicio y el ecosistema que gira en torno a la marca, la prioridad ahora pasa por garantizar que la cadena de abastecimiento continúe funcionando con normalidad y que la imagen de la red no se vea afectada.

Refinor cuenta con contratos vigentes de aprovisionamiento y con alianzas con proveedores estratégicos que aseguran el flujo de combustibles hacia los puntos de venta. Lo que sí está en juego, y será materia de seguimiento en los próximos meses, es la relación con las comunidades en las que históricamente la empresa tenía presencia industrial, y el rol que jugará en ellas a partir del nuevo esquema.

Por Redacción Surtidores

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